1. Adecuado:
a. Tema: el tipo de escrito y el lenguaje debe adecuarse al tema sobre el que se escribe, ya que no expresamos las ideas del mismo modo cuando felicitamos a alguien que cuando comunicamos una mala noticia.
b. Destinatario: el nivel de formalidad del texto debe ser acorde con el destinatario, puesto que no empleamos la misma forma de expresión si escribimos a un famliar, a un amigo o a una empresa.
c. Propósito: el texto debe cumplir con el propósito para el que fue concebido. Si ele escrito pretendía informar, solicitar o convencer, debe transmitirse ese objetivo.
2. Coherente:
a. Claridad: el texto debe presentar una información clara para que el destinatario la comprenda en una primera lectura. Es preciso que solo recoja la información necesaria, si digresiones que se aparten del tema principal.
b. Estructura: el texto debe tener una estructura acorde con su finalidad. Una carta comercial o una solicitud tienen una estructura particular.
c. Párrafos: el texto debe estar bien estructurado, de modo que cada uno de ellos presente una idea fundamental y su secuencia sea correcta.
3. Cohesionado:
a. Puntuación: una correcta puntuación es fundamental para distinguir el sentido de las oraciones y de cada uno de sus miembros. Por eso, es necesario separar cada una de las ideas expuestas en forma adecuada.
b. Conectores: las ideas deben estar ligadas mediante conectores que expresen las relaciones entre ellos.
4. Correcto:
a. Ortografía: permite la correcta interpretación de las palabras del texto y, por tanto, de su significado.
b. Léxico: debe ser preciso y adecuado al sentido de la información que se quiere transmitir y al registro seleccionado.
c. Sintaxis: la corrección gramatical influye directamente en la comprensión y claridad del texto, por lo que debe cuidarse.
d. Presentación: algunos escritos tienen una presentación especial a la que debemos adaptarnos para que la estructura del texto corresponda con el tipo de mensaje que queremos transmitir.