martes, 11 de diciembre de 2007

Continuidad & cambios de la música post-Dictadura

Continuidad & cambios de la música post dictadura




En Chile cambiaron muchas cosas con el Golpe de Estado, la música comenzó un camino de cambios consecutivos, a partir de 1969 hasta 1973 (conocido como el período de la pre-dictadura). Es en este período en donde surge la llamada Música Popular, más conocida como la “Nueva Canción Chilena”. En sus inicios constituyó un todo, con un gran movimiento de renovación folclórica, donde la tradición se nutrió de innovaciones musicales. Este movimiento, de carácter eminentemente masivo, conocido como Neofolclor, paulatinamente fue decantando hasta distinguirse la Nueva Canción como una manifestación particular. Ésta se caracteriza por ser música de compromisos y cambios sociales. Algunos cantantes o grupos son: Víctor Jara, uno de los líderes más reconocidos de la música chilena, por el contenido de sus canciones. Este cantautor desapareció el 11 de septiembre de 1973 y fue asesinado el 14 del mismo mes. Otros son Violeta Parra, Inti illimani, Quilapayún, Pato Manss, que son los más nombrados.
Podemos decir que 1973 fue una época marcada de sangre, el 11 de septiembre se lleva a cabo el Golpe de Estado, el que daría fin a muchas vidas y hace nacer a la nueva música donde surgieron los nuevos grupos, todos opositores a la dictadura, quienes llevaron a cabo este sangriento episodio son los militares junto al General Augusto Pinochet.
¿Cómo afectó el término de la dictadura a estos cantautores de la música popular? Hicieron de la música verdaderos himnos populares marcaron a quien vivió en la época como, por ejemplo, “El pueblo unido jamás será vencido” de Quilapayún.



En donde se leen versos en los que se grafica lo anteriormente mencionado, a saber:
El pueblo unido jamás será vencido, el pueblo unido jamás será vencido …!Anuncia yaLa vida que vendrá.Mil voces de combate se alzaránDirán Canción de libertadCon decisiónLa patria vencerá …
… La patria está Forjando la unidadEl pueblo va a triunfar Millones ya, imponen la verdad, Sus manos van llevando la justicia y la razón Ya estás aquíJunto al trabajador.
De esta manera, “El pueblo unido jamás será vencido” de Quilapayún, se alza como la canción perfecta para expresar lo que la gente de ese tiempo sentía. Se creían todos parte del pueblo, aunque de todas formas sabían que su situación se arreglaría un poco con la ida de Pinochet.
Lo que expresan estos versos... sin duda son más que palabras, mucho más que unos pares de letras juntas que hablan de que ¡… el pueblo va a luchar … en sus manos esta la justicia y la razón, Mil voces de combate se alzarán dirán Canción de libertad con decisión la patria vencerá …! Son un sentimiento en común, mucha gente aún se emociona al escuchar este himno.
El caos era la atmósfera perfecta para que se crearan instancias de revolución ya sea protestas, paros estudiantiles, laborales. Muchos creían que si tomaban una metralleta y salían a matar milicos todo sería mejor, pero otros prefirieron tomar una guitarra y usarla como metralleta para atacar al sistema en el cual estaban presos, crearon letras con odio y esperanzas de un país mejor y más justo.

Para muchos la música es un modo de vida...Sin lugar a dudas, la música es un modo de buscar la propia identidad, ya sea en sus propias bandas musicales, en un modo de vestirse o inscribiéndose en algún partido político de izquierda.Los grupos musicales mueven masas, pero los de aquella época movieron todo un país, gran parte de la nación chilenaGrupos como Sol y Lluvia, Inti Illimani, Los prisioneros, Quilapayún, Víctor Jara, Violeta Parra, Los fiskales ad-hok, fueron una mezcla de los dos períodos más significativos para el país.La Nueva Canción chilena se vio violentamente truncada por el Golpe de Estado de 1973, produciéndose el exilio de muchos de los integrantes de este movimiento, pero eso no fue un impedimento para ellos, continuaron cantando desde el exterior creando una nueva etapa llamada “Canto Nuevo”. Esta nueva etapa se extiende desde el Golpe de Estado y fue desapareciendo a medida que avanzaba la década del ochenta, para transformarse, finalmente, en parte importante de la historia de la música popular chilena en tiempos de dictadura.

Sin duda, la música es lo que nos junta a todos los jóvenes, como recitales, conciertos, tocatas, etc. ¿Por qué la música nos junta a todos? ¿Qué es lo que ésta tiene que nos invita a seguir escuchándola? Llega el año ‘90, fin de la dictadura, el régimen militar cayó frente al pueblo. ¿Fue el fin de músicos?, ¿la pérdida de la identidad de otros?, puede decirse que algunos de cierta manera quedaron “botados” al ver que sus intereses ya no estaban, habían desaparecido y tal vez para siempre, sus cantantes favoritos se habían marchado a otra parte .Otro ejemplo de bandas que compuso nuevas melodías para conquistar al pueblo fueron los Fiskales ad-hok, que consolidaron su carrera lanzando discos con letras plagadas odio y resentimiento hacia el país y en especial a Pinochet así se lee, así se escucha: “Cuando muera”:
“Mirando hacia atrás en la historia, con la bala pasada, con la bala pasada, mirando atrás en la historia, con la sangre totalmente infectada, con el odio, con la rabia , del que perdió la batalla, el rencor, acumulado, en la memoria me hace reventar. Vamos a celebrar, vamos a celebrar, vamos a celebrar, cuando muera Pinoché”.O en “El circo”: “Un nuevo circo llega a la ciudad, demócrata y cristiano es el mandamás, políticos payasos se ríen al pasar y no tenemos plata pa´ la entra, hay, hay, hay. UN nuevo y sonriente mandamás, con banderas de colores llegar, si la casa es nuestra patria porque estamos acá mirando hambrientos sin poder entrar. Quememos este circo también el que vendrá sabemos ninguno ayudará, quememos este circo también al mandamás sabemos que ninguno salvará. Seis años este circo durará, seis años en que nada cambiará, los payasos ganando y nosotros mirando y no tenemos plata pa´ la entrá”.
En estas canciones se puede apreciar una letra que habla de odio, de rencor, de la felicidad que tendrán cuando muera pinochet que fue el culpable de todo lo que vivieron.
En cambio las letras de la Nueva Canción chilena hablaban de revoluciones más humanas, de cambiar el sistema a partir de la mente, era más ideal, más planeado quizás, no una revolución violenta, sí la revolución del obrero, por vías más plausibles que la contradicción directa, llevando en sus banderas consignas de igualdad, respeto y fraternidad, siempre considerando el bien común sobre el bien personal, un ejemplo es “Vientos del Pueblo”, en la voz de Víctor Jara:

“De nuevo quieren manchar mi tierra con sangre obrera […]Los que quieren dividirA la madre de sus hijosY quieren reconstruirLa cruz que arrastrara Cristo,Pero el color de asesinos no borrarán de su cara.[…]. Ahora quiero vivirJunto a mi hijo y mi hermanoLa primavera que todosVamos construyendo a diarioNo me asusta la amenazaPatrones de la miseria […].Por los caminos del pueblo desdeAhora y para siempre”.


podría decir que la música que estaba presente en la dictadura fue muy diferente a la estuvo antes y mucho más a la que la siguió, muchos grupos marcaron a un país, Chile, pero no a un Chile segregado, no un Chile diferente de Plaza Italia para arriba y Plaza Italia hacia abajo, sino uno unido, pues hoy muchas bocas entonan canciones que ayer estuvieron a la cabeza de la revolución, muchas letras trascienden durante el tiempo y más que eso, barreras ideológicas y políticas, las cuales pudieron mucho y más en ese tiempo.
Alguno de ustedes se ha preguntado si, ¿Algún seguidor de estos grupos perdió de cierta manera su identidad al terminar esta influyente época?


La semana que pasó fui parte de una experiencia extraordinaria, parte de un recital, un recital del pueblo. La sensación de haber estado en aquel encuentro fue maravilloso, la atmósfera que se vive en el medio de la masa, la gente desconocida que se vuelve parte de un mismo lugar, todos vibrando con la música, compartiendo algún trago, ya sea cerveza, ron o vino, fumando alguna planta exótica, el olor a marihuana, la hinchazón de los pies, lo húmedo que estás gracias a saltar junto a los desconocidos, la sensación de cantar junto con otros cientos de personas, la misma canción, a veces casi trilladas por tantas voces, que las han entonado sin pensar a veces en el trasfondo de cada palabra vertida dentro de esos versos rítmicos. El retumbar de los parlantes gigantes en tu estómago, la sordera a causa de la música tan alta, el increíble sentimiento que se libera al ver cómo, unas palabras significan tanto y mueven a tantos.

La música reúne, une y repliega a las personas, va tras un ideal común, el cual se vuelve tan popular como las personas que entonan estas canciones.

Cada persona a veces se siente identificada con canciones que han marcado una etapa dentro de un proceso político o social dentro del país, que ve la sociedad, la critica buscando una respuesta en la consciencia de cada persona, que interpreta la canción, tanto como un poema escrito por ellos mismos.

Las canciones que se recordaron dentro de este recital, o la cantautora-recopiladora, que se recordó en este concierto fue Violeta Parra y sus más grandes obras (obras escritas por ella y otras tantas recopiladas), canciones que marcaron tanto a personas que vivieron en la época de Violeta, como a personas que vivieron después de ella, como las futuras descendencias, que incorporaron a su “cultura”, canciones como “La Carta”, “Casamiento de Negros”, todas canciones que han marcado a nuestra sociedad. Violeta fue la cantautora más conocida dentro de Chile, e incluso me atrevería a decir dentro de Latinoamérica, muchas de sus canciones fueron y son hoy entonadas por personas de todo nuestro continente, grupos como Los Jaivas, los Bunkers, sin olvidar también solistas recopiladoras, voces tan famosas como la voz de Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez; las cuales, de algún modo, trascienden a todo prejuicio socio-cultural, o cada denominación de estilos.

Dentro de este recital podía observar una sociedad distinta, sin separaciones entre Emos, Flaites, Hardcoritos, etc. Todos unidos cantando canciones hermosas que fueron escritas hace más de 38 años. Lo más increíble era ver niños, de 10 años, que cantaban las canciones como si hubieran escuchado a Violeta en persona.

El desarrollo de una identidad siempre es algo personal, pero hay cosas que influencian a una masa tan distinta como todos los peces del mar, movimientos que influenciaron a la creación de manifestaciones artísticas que dieron como fruto una sociedad unida por el rechazo político, tantos problemas que causó el régimen militar y su líder principal “Augusto Pinochet”, que hasta el día de hoy ayudan a crear una identidad para cada joven que escucha por boca de sus padres las hazañas que vivieron para ser parte de “el pueblo”, eso también fue una ayuda para crear la identidad de sus propios hijos, sobrinos, nietos y amigos más pequeños.
Hoy es, de cierta forma, un orgullo para los que vivieron la época relatar los acontecimientos que se vivían en esta.

A modo de conclusión, podría contarles que la identidad es algo que se va tomando forma a medida de los años, mientras vives experiencias nuevas que ayudan el cambiar tu pensamiento y así, a transformar la identidad que es lo que nos identifica a cada uno, muchas se podrían parecer, pero todas son distintas.
Eso es lo que da nacimiento a la diversidad y a las distintas tribus urbanas que hay en la actualidad que claramente no son nada comparadas con las décadas del `60, `70 y `80.

Muchas veces me critican el escuchar música de la época de mis padres y abuelos, y mi respuesta es fácil, ¿por qué no?, si a través de la música se refleja una constante critica social, uno puede formar su propio pensamiento respecto al tema y así, formar su propia identidad musical y social.

1 comentario:

Inhumanista dijo...

Gabriela Figueroa De la Paz
-Asfixia-