Cuando la familia González Soto, estaban cenando después de un largo día de trabajo, la madre comentó que ya estaba cansado de tener un piso de tierra y de que su marido llegara a casa con la cara toda quemada por el sol y sus manos hechas pedazos, y de que sus hijos tuvieran que caminar kilómetros para llegar a la escuela. Su marido la miró con su cara cansada diciéndole: Tienes razón mujer, ya basta de no tener una casa decente, de tener un sacrificado día para ganar solo unos pesos; ya podrás cocinar como te mereces, tendremos luz, agua potable y los niños tendrán su colegio cerca de casa. Viajaremos a la ciudad para un mejor vivir.
La familia González Soto se traslado a la ciudad en un camión viejo, con todas sus cosas artesanales hechas por ellos, la madre feliz, los niños un poco tristes por que dejan un gran y lindo jardín para jugar, el padre mirando atentamente los edificios y la cantidad de gente por todos lados. Cuando ya llegaron a la ciudad, se quedaron en una pequeña casa cerca del centro de Santiago, las personas los miraban raro por sus especiales formas de comunicarse entre ellos y su particular forma de vestir (vestidos de flores con delantales sobre ellos y chalas hechas de neumáticos) pero aun así, seguían con sus costumbres. Les costo adaptarse, todo fue mejor para la familia. En sus fiestas familiares reían fuertemente con una música de fondo que era ranchera y cunvia, se tomaban un buen vino y gozaban feliz de noche.
Así es como llegan los huachacas a la ciudad, es como decir, huasos en la ciudad, que se proyecta como un movimiento, que con creatividad y humor sale en defensa se una chilenidad farrera y picaresca que se caracterizan por ser humildes, cariñosos, republicanos, por hablar fuerte, toman vino (la gran mayoría se emborracha), gozan de sus fiestas, su vocabulario es inculto informal, no se visten formalmente, la mayoría no tienen un socio económico alto, escuchan cunvia, corridos y rancheras, que saca la lengua a los "cuicos", al desprecio clasista y a la negación extranjerizante.
Los huachacas como fueron creando popularidad, se crearon cumbres huachacas, eligieron reina que este año salió la joven Monti, fueron apoyados por grandes grupos chilenos como el tío Roberto Parra, también se les unieron los tres, etc. Pero el asunto no se queda en pura fiesta, y el grupo se ha articulado como un movimiento en la lucha por el rescate y valorización de la tradición guachaca, entendida como lo más genuino y espontáneo de la cultura popular urbana. Apoyándose en la pluma ingeniosa de Porto, los guachaca se han dedicado a amasar durante todo este tiempo una serie de propuestas, reinvidaciones y lemas que han infiltrado en la opinión pública no sólo a través de sus tradicionales Cumbres, sino también de inverosímiles cruzadas de las que el Parlamento no ha podido escapar.
Como ya se había nombrado, tienen una particular forma de hablar y de expresarse, como se ve continuación.
"Llegamos con las mejores cuecas, las cuecas choras, las cuecas porteñas, tocadas con guitarras de palo, cantadas a todo pulmón y a grito pelao. Bailadas mirando a la percanta a los ojos, mientras con las piernas se le va haciendo el dibujito de lo que le espera si sigue arremangándose las polleras y mostrando tanto tutro".
Ya estamos listos con los chunchules, las ubres, los potitos, y cuanta molleja encontremos a mano para echar a las brasas. Ya están hechos los pedidos de chicha, pipeño y el mejor Tin Tan de Lontue, para celebrar otro cumpleaños de la patria.
4 comentarios:
hola
creo que esta bastante weno tu trabajo ya que nos muestra la parte huachaca de cada uno jajaj y eso es bkn ya eso
adio0z
un tema de gran para la cultura chilena
habra k hacer referencia a dioscolo rojas
jajaja
weno eso seria
bien largo el avance de tu ensayo
interesante, bastante extenso pero a pesar de eso es posible leer sin aburrirse, keep working!!!
bueno el desarrollo de el ensayo y mantienes una buena vision sobre el tema.
a mi no me paresió largo el avance que subiste; es + creo que es presiso.
//ar!el//
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