( Tercer avance del ensayo [introducción + el doble del desarollo] )
En el último tiempo los noticiarios nos muestran los resultados de las encuestas en relación a los problemas sociales de mayor impacto en nuestros días. Los resultados claramente muestran a la delincuencia como el tema más importante.
Delincuencia protagonizada en su gran mayoría por jóvenes. Pero ¿Quién es el delincuente juvenil?, ¿Es acaso un producto de una sociedad enferma que no entrega oportunidades a jóvenes en riesgo social?,o por otro lado ¿son acaso jóvenes criados en familias de delincuentes que tienen una identidad propia y que su destino no es otro que ser delincuentes?.
Históricamente la delincuencia ha sido parte de las sociedades de todo el mundo, pues siempre habrá un pequeño sector de la población que quiere sacar ventajas a través del robo, el engaño, los asaltos, el hurto y violaciones. Las razones que impulsan a estas personas a delinquir so variadas (pobreza extrema, necesidad de conseguir lo deseado sin mucho esfuerzo, abandono social, drogadicción y alcoholismo).
Sin embargo es notoria la participación de jóvenes en actos delictuales muchos de ellos motivados por la obtención de dinero fácil para sus vicios y otros quienes ya han asumido la delincuencia como una profesión. Sea como sea, el joven delincuente y en riesgo social ha comenzado a ser protagonista en la sociedad e invade los barrios, las escuelas, los liceos y lugares públicos con su jerga (coa), su escala valórica (por ejemplo dice “a un pajarón se le quedó el cuaderno. A hora es mió”).
Este joven, se ha ido masificando especialmente en sectores populares de la población donde hay delincuentes adultos y también el mercado de la droga es relevante.
Comportamientos, actitudes, vocabulario y valores son variables que sustentan la identidad del joven delincuente y en riesgo social.
Si partimos por la definición, Delincuente según el diccionario significa persona que quebranta la ley, y es muy fácil que las personas caigan en esta situación. Se da el caso de una persona que sin influencia de su medios social puede caer en actos delictuales. Esto siempre ha ocurrido. Pero, también es cierto que la gran mayoría de personas que incurren en tales actos de delito han ido conformando su manera de obrar influidos por su medio social. Esto se da en todos los sectores sociales, en muy diversas formas, como se verifica actualmente con la corrupción, con la violencia intrafamiliar, etc.
Comúnmente se piensa que en los centros penales se encuentran personas principalmente de sectores pobres, y no deja de ser ésa una realidad predominante. Examinando los casos, en general, se puede advertir que esas personas no han tenido los medios económicos para pagar abogados y que les tramiten con rapidez sus causas en los juzgados, y así transcurren largos períodos en proceso y privados de libertad, antes de tener una sentencia judicial. Y esto, a la vez, genera la impresión de que la Justicia favorece a los que tienen mayores medios económicos. Pero ese es otro tema que también muchas veces vale la pena comentarlos.
A la identidad del joven delincuente siempre se le ha vilipendiado y visto de mala manera (no estoy diciendo lo contrario, es verdad; es así…)lo que los hace ver como personas sin criterio y muchas veces sin identidad, lo que en estos escritos corroborare pues, si tienen identidad, si bien no esta considerado como tribu urbana tiene su propia forma de ser ya sea vestuario, forma de habla (coa), y formas no verbales de expresarse. Para los que no sepan, generalmente un delincuente de hoy se vestiría con unas zapatillas deportivas (según lo que se ha estudiado ellos siempre están atentos a que la policía no valla a andar por el sector si es así estarían preparados para correr y darse a la fuga) ropa holgada y ancha y si hablamos de las formas de expresarse con el cuerpo se podría decir que un delincuente habitualmente tratara de amedrentar e intimidar a la victima es ese el motivo de los movimientos corporales que ocupan a parte de la mirada perspicaz y penetrante que este puede emplear para someter a la victima y lograr su objetivo ya sea violación, robo, rapto, asesinato etc. También y no menos importante la forma única de hablar que usan estas personas “EL COA” por ejemplo: “Dequirusa, loco. Que viene la zapatilla entera cargada de tombos”. Es posible que uno poco o nada entienda, pero para un delincuente está clarito lo que quiere decir: “Cuidado compañero. Viene el furgón de carabineros cargado de pacos”.
Tal vez a uno le sean más familiares palabras como “condorearse” (cometer un error); “no estar ni ahí” (ser indiferente); “mina” (mujer de atributos agradables); o “flaite” (delincuente de poca monta o persona ordinaria).El común denominador de estas palabras es que todas pertenecen al coa, el lenguaje del delito, el “santo y seña” de los delincuentes. Se trata de una jerga, una extensión de la lengua madre que vive en ella como un parásito y que es creada por grupos o agrupaciones de personas que tienen hábitos y propósitos comunes. En forma natural estas agrupaciones tienden a crear un argot o jerga que los distinga y que vincule a sus miembros, protegiéndolos del resto de la sociedad. Por lo tanto, la jerga es un lenguaje técnico-profesional, usado por los miembros de un grupo ya sean médicos, abogados, militares o como en el caso del coa, delincuentes.
Esta jerga es tan antigua como la delincuencia misma. El origen de la palabra coa está en el término gitano español coba, cuyo significado es embuste o adulación y tendría su origen en el caló, jerga que los gitanos utilizaban en España. Pero otros dicen que viene de una jerga delictual española del siglo XV, y sería una deformación de “boca”. Como sea, la palabra coba llegó a ser coa, cuya definición contemporánea podría ser “el lenguaje que intenta ser creíble”. Debido a las características de su origen, El coa se basa en las imágenes, sentimientos y vivencias de una mente criminal, ya sea que se encuentre gozando de libertad, purgando condena en una cárcel o en una esquina urdiendo su siguiente golpe. El coa encuentra su inspiración en el dinero, el robar, matar o pelear; en la vida en prisión y las armas; en funciones como comer, beber y drogarse. Sorprende también la cantidad de expresiones o palabras del coa que hacen alusión al sexo y los órganos genitales femeninos. Esto se explica por la abstinencia sexual prolongada a que están sometidos quienes cumplen presidio.
Lo anterior sucede en todas las jergas delictivas: el caliche en México, la giria en Brasil, la replana en Perú, el lunfardo en Argentina, el argot en Francia y el slang en Estados Unidos, por nombrar algunos. Según el profesor de gramática y lingüística española de la Universidad de Chile, miembro de la Real Academia Española (RAE) y de la Academia Chilena de la Lengua, Ambrosio Rabanales, todas las jergas se llaman criminolalias. “En Hispanoamérica la mayoría de las criminolalias tienen su origen en España, al igual que nuestra lengua, pero enriquecidas o aumentadas por otras influencias”.
El profesor Rabanales explica que toda manera de hablar depende de las personas, considerando sus aspectos culturales, psíquicos y hasta físicos. Por lo tanto, toda lengua traduce una manera de ser y de sentir. “Obviamente si uno quiere conocer a los delincuentes, una manera es estudiando su jerga. Por eso los policías, gendarmes y hasta sicólogos deben manejar el coa”. Para Rabanales, en tanto lingüista, el coa no es ni bueno ni malo, sino una jerga que cumple sus objetivos para sus usuarios -los delincuentes-. Como tal es un objeto de estudio, “que en general presenta los mismos fenómenos que el habla culta, como que se acorten algunas palabras, otras se alargan o suavizan su significado, o lo cambian totalmente, o agregan más significados”.De todas formas, Rabanales no considera al coa una jerga muy creativa, porque se alimenta básicamente de la lengua local. Tampoco considera que esta jerga enriquezca el lenguaje, “porque para casi todos los términos del coa, existe en español un equivalente culto”. Rabanales considera que puede haber un aporte en cuanto a que algunas palabras del coa son muy sintéticas: “Enriquecen, en el sentido que por ejemplo la palabra ‘cafiche’ es mucho más corta que decir explotador de mujeres. ‘Mina’ es más corta que decir mujer objeto de explotación”. Una técnica novedosa en esta jerga es lo que los delincuentes llaman “hablar al vesre”. El ejemplo más masificado es la frase “broca cochi” (cabro chico). “El vesrrismo consiste en invertir o modificar el orden de las sílabas con el objetivo de que no se entienda”, explica el profesor Ambrosio Rabanales.
Como podemos ver esta es una de las variantes mas fuertes que le dan identidad al joven en riesgo social o delincuente, que muchas veces terminan influenciando a las personas normales por que el coa hoy en dia se ha expandido en gran cantidad, Pero más allá de si el coa aporta o no al lenguaje, es un hecho que a menudo decimos palabras que jamás se encontrarían en el diccionario de la Real Academia, pero que entendemos perfectamente, como “luca” (billete de mil pesos); “copete” (cualquier tipo de bebida alcohólica) o “cuico” (persona de apariencia acomodada y modales afectados).
El profesor Rabanales sostiene algunas hipótesis sobre la masificación de estos términos. Por ejemplo, que en las poblaciones hay mucho contacto entre los jóvenes y los delincuentes. “Entonces, el coa recibe influencia de la jerga de los jóvenes, y la jerga de los jóvenes tiene influencia del coa. Así se van retroalimentando de palabras que se pueden hacer masivas”. Agrega que también hay muchos jóvenes drogadictos, y la drogadicción está íntimamente ligada con la delincuencia y su lenguaje.
Rabanales explica una curiosidad. El nombre científico de la marihuana, canabbis sativa, significa cáñamo sembrable, y es pariente de otro cáñamo más alucinógeno que es el canabbis indiga, o cáñamo de la India, conocido comúnmente como hachís. Y la palabra hachís dio origen a “ashachino”, luego derivó a “aschechino” y después, a “asesino”. Curioso, no. Otra fuente de divulgación son los medios de comunicación. Los periodistas, escritores, locutores y animadores de TV son modelos, en cuanto al habla, para las personas comunes y corrientes, argumenta Rabanales. “Sucede que si un señor en la televisión dice, por ejemplo, ‘mina’, luego todo el mundo empieza a repetir la palabra, porque para la gente de poca cultura si algo sale en la televisión, está bien y es importante”.
En todo caso, Rabanales en su calidad de miembro de la RAE y de la Academia Chilena de la Lengua, señala que para la Asociación de Academias de la Lengua Española la posición frente a las jergas como el coa, es muy práctica. “En la medida que una palabra del coa u otra jerga se use mucho, puede terminar incorporándose al diccionario de la Academia. Y la RAE, no señala si son palabras correctas o incorrectas, a lo más da un juicio de valor”. Y aunque el profesor no recuerde específicamente algún término, señala que “estoy seguro que existe más de alguna palabra que se originó en el coa y que finalmente fue aceptada en el diccionario de la RAE”.
//Ariel vargas// [uf! me cansé…]
…doy Gracias, a mi tía por ayudarme…
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5 comentarios:
hahahahah
que largo.. me ganaste
tiene arta mente tu tia!!
jajajaj
te esta quedando lindo
saludos para ti!!!
camila figueroa
tu ensayo esta muy bueno!!, esta hiper extenso pero no cansa leerlo, nada que decir, esta muy bueno, buena redaccion y mucha coherencia.
eso !!!!!!!!!!
kien rallos es _ASFIXIA_??
holA
super largo pero no es fome o sea uno = tine cosas que hacer y tengo q seguir con todos los ensayos pero esta bueno es algo como leer,comprender, y manejar un poco mas el tema y bkn tu tia de lo dejo super coherente y interesante too el ensayo cuidate q ti nus vemoss
adio0z
¿tienes la bibliografía de Rabanales?
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